Noches de escalada es nuestro primer proyecto y la fórmula es igual de fácil como complicada.
Crear imágenes nocturnas de escalada es complicado desde muchos puntos de vista. La fotografía nocturna requiere de
- Paciencia. Exposiciones largas donde el resultado no es inmediato. Una fotografía con una exposición de 30 minutos supone esperar el doble de tiempo en algunos equipos para que la imagen se procese.
- Exactitud. Encuadrar, enfocar, controlar la exposición... son cosas que por la noche las haces casi a ciegas. Para controlar que esté bien tienes que fotografíar para ver el resultado y si es preciso, volver a hacerlo. Una vez haces todo eso, cualquier descuido hace que todo vuelva a empezar.
- Suerte. En la fotografía en la Naturaleza siempre estás a merced del tiempo. Por el día te puedes 'aliar' tanto con un sol de muerte como con un chaparrón. Sin embargo cuando sales al campo con los deberes hechos y la imagen prevista, unas nubes que no quieren terminar de irse pueden echar a perder todo el trabajo. El viento, la contaminación lumínica, etc. Son muchos los factores que no siempre puedes controlar.
Escalar
A todo eso se ha de añadir que para hacer estas fotos cuentas con al menos una persona que está escalando para ti, en el mejor de los casos. En casos más complicados, puede haber 4, 5 o 6 personas trabajando y pendientes de que el trabajo salga bien.
Y por supuesto, hay un escalador en roca que está esperando tus órdenes por la noche, con parones dentro del ejercicio, frío, viento y esfuerzo.