De Culla al Peñagolosa
De Culla a Penyagolosa
Cada primavera, de manera ininterrumpida desde el siglo XIV, los vecinos de Culla abandonan su precioso pueblo para realizar un largo recorrido por riscos y montañas, hasta alcanzar el santuario de Sant Joan de Penyagolosa, en la parte más alta del término de Vistabella del Maestrat y ya cerca del pico Penyagolosa. La rogativa se hace siguiendo el ritual antiguo, con orden y acompasado por los cantos en latín y gregoriano, para pedir para todos agua, paz y sanidad. Es decir, prosperidad, estabilidad y larga vida. Tras pernoctar en el santuario y pedir al santo por estas intenciones, la rogativa emprende de nuevo el camino de vuelta, hasta llegar al pueblo, ya anochecido, agotados pero con la satisfacción del deber cumplido, de haber formado parte de ese eslabón que une la historia con el presente.